Etapa 1. Santiago de Compostela - Negreira
Distancia: 21 kilómetros (Ames, Pontemaceira, Negreira)
La primera jornada, comedida en kilómetros, se adentra en un suspiro en el ambiente rural, donde los bosques de robles y eucaliptos alternan entre los núcleos dispersos. A la altura del alto do Vento se entra en el Concello de Ames, que se recorre casi íntegro por la carretera. Pasado el ecuador de la etapa, se inicia desde Augapesada el ascenso al Mar de Ovellas, plato fuerte de la jornada, al que le sucede un reparador descenso que lleva a orillas del Tambre y Ponte Maceira. Los últimos cuatro kilómetros hasta Negreira, bien poblada de albergues, son casi llanos y constituyen un mero trámite.
Etapa 2. Negreira - Olveiroa
Distancia: 33 kilómetros (Negreira, Mazaricos, Dumbría)
La dura jornada desde la cuenca del río Tambre a la del Xallas puede dividirse en tres partes. La primera, hasta Vilaserío, frecuenta bosques de hoja caduca y es bastante rompepiernas. La segunda, hasta Santa Mariña, es más suave y accede al Concello de Mazaricos por pistas de concentración parcelaria y la tercera, a la espera de que se pueda atravesar el Monte Aro, cansa por el exceso de asfalto aunque permite unas buenas vistas del embalse da Fervenza y visita enclaves tan sugerentes como el de Ponte Olveira y el propio Olveiroa.
Etapa 3. Olveiroa - Fisterra
Distancia: 35 kilómetros (Olveiroa, Cee, Corcubión, Fisterra)
Dilatada etapa que puede dividirse en dos, pues hay varios albergues en la mitad. Hasta la aldea de Hospital es un espectáculo gracias a las vistas de un encajonado río Xallas. Cómodas pistas por un paisaje de repoblación visitan las ermitas de La Virgen de las Nieves y San Pedro Mártir, y el cruceiro da Armada obsequia con las primeras vistas del Cabo de Fisterra. Cee y Corcubión bien merecen una visita pausada antes de ascender a San Roque y bajar hasta Amarela y Estorde. Sardiñeiro y el Camino Real descubren de nuevo Fisterra y el extenso arenal de Langosteira, que conduce hasta la villa del fin del Mundo y al faro donde la última porción de tierra expira en el Atlántico.
Etapa 4. Olveiroa - Muxía
Distancia: 32 kilómetros (Olveiroa, Dumbría, Muxía)
Llegados a Hospital, topónimo de referencias jacobeas, el itinerario se bifurca en dirección a Fisterra o Muxía. Hacia esta última, los peregrinos descienden primero hasta la capital de Dumbría y se internan en el concello muxiano por un horizonte agrícola de hórreos y sembrados. De Trasufre a San Martiño de Ozón es un paseo holgado por pistas vecinales y forestales, y a partir de aquí se suceden varias subidas y bajadas cortas que pesan más en el ánimo que en las fuerzas. Destaca en este tramo la soberbia iglesia románica de San Xulián de Moraime, de bellas portadas laterales, y el acceso a la playa de Espiñeirido, ya a las puertas de Muxía. El Santuario de la Virxe da Barca y las piedras que conformaban su nave son un buen remate para esta prolongada etapa.
Etapa 5. Fisterra - Muxía / Muxía - Fisterra
Distancia: 29 kilómetros (Fisterra, Lires, Muxía o viceversa)
Recorrido de doble sentido que concluye en Muxía o en Fisterra según el itinerario que siga cada uno. Es una etapa rocosa, el tramo de Fisterra a Lires es un subir y bajar por pistas y bosques, sobre todo de coníferas, y pisa el territorio de la legendaria ciudad romana de Dugium, donde, enviados por la reina Lupa, llegaron los discípulos con el cuerpo del Apóstol Santiago. Desde Lires, sobre el río Castro que estrenó puente en 2010, se va ganando altura hasta el Facho de Lourido, la cota más alta de la etapa y antigua atalaya donde se encendían hogueras para avisar de los peligros que acechaban a estas costas. Un reparador descenso conduce a Xurarantes y la playa de Lourido, de arena blanca protegida por dunas, preámbulo de Muxía.